Si alguna vez has fantaseado con tu viaje a Japón y te has imaginado dentro de las aguas termales, mirando a la luna, con un futón esperándote luego…
Este mensaje va a ser muy importante.
Ya que puede ahorrarte muchos sollozos al mirar tu cartera.
Demasiada gente está preocupada por su itinerario y por todo lo que van a ver y saborear en uno de los países más populares del mundo. Es normal. Japón es una verdadera pasada e incluso dándote 1000 viajes sería imposible explorarlo entero
La verdadera Navidad.
La Navidad de Nueva York.
Justo por eso se fue de viaje allí con su novia, Laura.
Algunos querrán poner sus pies en Osaka.
Otros en Iga y sus espectáculos ninja, otros pasear por el Paso del Filósofo, bajo los cerezos en primavera. Otros más querrán saltar de templo en templo. Y los amigos otakus quizás quieran visitar Akihabara, la Meca del Anime.

Hay demasiado para ver y experimentar en Japón
La mayoría, es fabuloso y muy ansiado.
Muy esperado.
… Pero entre medias pueden ocurrir imprevistos.
Y esos imprevistos…
¿Qué consecuencias pueden tener para ti? ¿En tu viaje?

Dame menos de 5 minutos (contados por reloj) y te lo muestro.
Voy a contarte la historia de Ramón, uno de nuestros clientes:
El 9 de abril de 2024 aterrizó en el Aeropuerto Internacional de Kansai, un joven de 36 años, llamado Ramón. El protagonista de esta historia
Un hombre, que tras muchos años, AL FIN, había logrado ahorrar lo suficiente como para visitar durante 14 días su “Tierra Prometida”.
Desde que era muy pequeño, su abuelo le solía enseñar las fotos de sus aventuras. Viajes a Egipto y sus pirámides; El Santuario Histórico de Machu Pichu; las congeladas calles de Yakutsk (fotos muy raras que casi nadie tiene)….
… Pero de todos los paseos mágicos del abuelo…
…las fotos que más habían cautivado las retinas del pequeño Ramón eran las tomadas en Kyoto.
Las capturadas en:
- Gion: el Distrito de las Geishas.
- Arashiyama: su bosque de bambú y el Puente Togetsukyo.
- El sendero de Toriis naranjas del Templo
- Fushimi Inari-Taiza.
- Y los cerezos: los árboles rosas más icónicos del mundo.

Estos ratos abuelo-nieto despertaron en Ramón lo que muchos conocemos
Un amor incandescente por la fotografía…
… Y una pasión ardiente por
la Tierra del Sol Naciente

Este interés le llevó a planear un itinerario hiper calculado
Ya te lo puedes imaginar, todo motivado, meses antes del viaje.
Contando los días en el calendario y trazando planes “perfectos”.
— “Voy a hospedarme aquí.”
— “El día 1 voy a llegar por la tarde, imagino que sobre las 17:00-18:00, si me da tiempo me voy a ver Templo Higashi Honganji, y sino después a la tarde-noche me paso por Pontocho, Gion y veo la Torre de Kyoto)”
— “El día 2 me voy corriendo a Nara desde temprano y a última hora (antes de las 17:00) me doy un salto al Templo Fushimi Inari-Taiza y me saco una foto como la de abuelo.”
Etc.
Los primeros 5 días, todo idílico. Un cuento de hadas. Fundió la cámara
Parecía que nunca la había usado tanto como en esos 5 días



Fue en el día 6 cuando el problema llegó
El día 6 era el día de visitar el Templo Kiyomizu-Dera.
(Uno de los templos más famosos de Kioto, que data del año 778. Patrimonio de la Humanidad. Una atracción popular porque exhibe una plataforma de madera de 13 metros de altura, conocida como «Kiyomizu no Butai» — que significa «el escenario de Kiyomizu». Desde la que, si te asomas “al abismo”, a la barandilla, puedes echar un vistazo panorámico de casi toda la ciudad de Kioto. La locura de esta plataforma es que está construida sin usar ni clavos ni tornillos. Y se apoya sobre la ladera de la montaña Otowa. Es decir, wow).

Pues Ramón, emocionado, dijo: ¡hoy es el día de explotar aún más la cámara!
Movió su pompis hasta la calle Matsubara-dori y la fue recorriendo, mientras miraba alguna que otra tienda, hasta llegar a las escaleras que dan acceso al templo.
Las escaleras que conectan el templo con la calle NO son unas escaleras interminables de 200 peldaños
Son unas escaleras modestitas
Pero Ramón había pateado tanto durante 4 días que estaba derrotado.
Así que cuando estaba por la mitad de la escalera…
Pisó, apoyó mal el pie y perdió el equilibrio.
Para proteger la cámara, que contenía la gran mayoría de fotos del viaje, giró el cuerpo y se dejó caer sobre el brazo derecho
Rodó dos o tres peldaños hacia abajo.
Y entremedias…
Escuchó:


Ya sabes lo que sigue.
Adiós húmero.
De todas las personas que estaban allí, solo un grupito de turistas británicos pudo ayudarlo y comunicarse con él. El resto hablaba japonés y, aunque él tenía Duolingo instalado en el móvil… digamos que todavía no era bilingüe.
Sabía decir:
— “Watashi wa Ramón desu”
— “Soy Ramón”
Eso lo dominaba tan bien que ni los japoneses
El resto de palabras del léxico eran inexistentes en su “establo” de palabras a recordar jajajaja Nos ha pasado a todos cuando un extranjero nos pregunta algo en un idioma que no conocemos y nos quedamos así 😵💫
Bueno.
Lo primero, maldijo su suerte con pasión.
Lo segundo que hizo fue llamarnos a duras penas con la mano izquierda. Ramón es diestro, además de un hombre muy simpático.
Aquí es donde te tienes que abrochar el cinturón. Porque vienen los datos que te interesan a ti y a tu querida y muy kawaii cartera



¿Listo? ¿Ya dijiste una cantidad?
Te doy los datos 👇
Por examinar la fractura, realizar radiografías y por determinar cuál es el tratamiento adecuado, el coste de una consulta inicial en Japón suele rondar los 5.000 - 10.000 yenes
Es decir:
Suele costar de 29 a 68 €
Asequible hasta aquí.
Luego, si te pasa como a Ramón, y te fracturas el brazo, la muñeca, u otra parte del cuerpo… Que es algo que, por desgracia, le puede pasar a cualquiera por una mala caída…
… Aquí los costos ascienden 💸:
📝 Según fuentes como Japan Healthcare Info y publicaciones de medios reconocidos como Japan Times y NHK…
Si requieres de un tratamiento ambulatorio (fijación e inmovilización):
Es decir, si la fractura se puede tratar sin necesidad de cirugía… la inmovilización (por ejemplo, colocación de yeso o férula) y el seguimiento ambulatorio … suele costar entre ¥30,000 y ¥100,000.
Es decir desde 189.99 a 633,3 €
Poniéndonos en lo peor, habrías gastado 701,3 € de gastos inesperados.
Si requieres de una intervención quirúrgica:
En el caso de que requieras cirugía, ya no solo te llevas la desgracia de caerte, el dolor de romperte el hueso y el disgusto de que unos japoneses con los que no te puedes comunicar te metan en uno de sus quirófanos…
… Además, por realinear y estabilizar el hueso → los costos pueden despegar hasta la estratosfera
Una intervención quirúrgica en Japón suele oscilar entre los ¥300,000 y ¥1,000,000 o incluso más, dependiendo de la complejidad, la duración de la operación y los materiales (implantes, placas, tornillos, etc.) usados.
Es decir…
Pagarías de 1.899,9 a 6.333 €
Bellissimo!
Y tendríamos que sumarle la consulta inicial que son 68 euros más.
Lo que nos lleva a: 6.401 € de gastos extra.
Y si hablamos de hospitalización…
CADA DÍA.
Y DIGO CADA DÍA:
Los costes de la internación pueden sumar aproximadamente desde los ¥20,000 a los ¥30,000.
Es decir de 126,66 a los 189,99 euros por día.

En el peor de los casos: te partas el brazo en Kyoto, en Kioto (si prefieres llamarlo así) o en Tokio o Tokyo (si prefieres llamarlo asá)...
Los costes médicos pueden añadirle más de 6.651 € a tu aventura. Sin seguro de viaje esto lo pagas directamente de tu bolsillo.
Y la pena NO es que esto te pueda arruinar…
… La pena es que te podría “robar” otro viaje a Japón.
Y en lugar de uno te hubieras
hecho 2 con ese dinero
Cuando hablamos de que los costes médicos en otro país te pueden arruinar la vida…
… No lo decimos porque queramos hacer negocio (que sí, vivimos de esto).
Lo decimos porque es cierto
Continuamos con la historia:
Y tras algunos minutos hablando con él para tranquilizarle y entender lo que le había sucedido, le enviamos un taxi para que le llevase al Hospital Universitario de Kioto, (el centro médico más capacitado y cercano a su ubicación).
Tardó 10 minutos en recorrer los 3 km que llevan hasta él.
Al llegar al hospital, se sorprendió.
El doctor que le atendió ya sabía lo que le había pasado y procedió a realizarle las pruebas pertinentes directamente. ¿Por qué hizo esto? Porque antes de que Ramón llegase al hospital, nos pusimos en contacto con el centro para contarles lo que había sucedido, evitando así… todo posible malentendido idiomático.
¿La buena noticia?
Ramón no necesitó cirugía ni tampoco sacar su cartera.
Gracias a nuestra red global de corresponsales y centros médicos asociados, nosotros nos hicimos cargo de todos los gastos.
Una vez acabaron, salió del hospital.
Y volvió a casa.


Sí.
Tuvo mala suerte y eso le dolió.
Pero al menos no se fue a casa con 572,4 €
menos ADEMÁS de con un brazo roto
Así que concluimos esta charla informacional protectora de carteras kawaii con el siguiente apunte que no me has pedido:
Si ves que tienes un viaje cerca, te recomiendo encarecidamente que contrates un seguro de viaje. Dudo ser la primera persona que te lo recomienda (y sí, somos parte interesada en que lo contrates. No hace falta ocultarlo).
Sin embargo, no te lo digo por “usura”.
El riesgo de viajar sin seguro es real.
Puede arruinarte la vida.

No obstante, te invito a que mires los nuestros ahora
Los de IMAWAY
Las coberturas que ofrecemos son desproporcionadas en comparación con los precios. Y el servicio es impecable, responsivo y rápido.
Si te interesa…
… Haz clic en el enlace e irás a una pantalla donde curiosear 👇